Desde nuestras oficinas en Nueva York -la ciudad que fue el epicentro de la Pandemia en Estados Unidos- el implacable avance del virus nos mostraba sólo dos caminos: continuar con más fuerza, o detenernos y esperar. Así que naturalmente, y en consecuencia con los valores que nos impulsan desde 1996, decidimos continuar.
Al menos desde el segundo trimestre del año, la infancia de millones de niños en el mundo fue confinada a cuatro paredes -en el mejor de los casos- y aunque inicialmente parecían estar a salvo del virus, en los países más vulnerables de América Latina y el Caribe, están en primera fila ante una amenaza casi tan mortal como el Coronavirus: la Pandemia del hambre.
En algunas ciudades de Latinoamérica la cifra de muertos se puede comparar a la de los peores momentos del brote en Europa o Estados Unidos. Las imágenes de cadáveres apilados sobre cartones en las calles de Guayaquil, en Ecuador, escandalizaron al mundo, y asomaron una clara advertencia de lo que se venía para los países más vulnerables de la región.
El panorama puede ser aún más sombrío en países como Venezuela, el cuarto con la mayor crisis alimentaria del mundo, según el Informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de 2019. Ahora mismo, más de 9 millones de personas necesitan ayuda urgente para alimentarse en ese país, entre ellos, miles de niños que, en el caso de sobrevivir, tendrán daños irreversibles en sus cerebros. Y esto sin contar los más de 1,2 millones de refugiados que han tenido que regresar por la misma frontera de la que salieron huyendo del hambre.
Sabiendo esto, desde el 2018, hemos concentrado esfuerzos a través de nuestro programa HEALING VENEZUELA para garantizar el desarrollo físico e intelectual de más de dos mil bebés durante los doce primeros meses de vida; y ahora, a través de nuestra organización hermana, AID FOR LIFE International, estamos trabajando para brindar atención nutricional, no solo en Venezuela, sino en los países más vulnerables de la región.
AID FOR LIFE extiende su ayuda, no solo a los niños, sino también a adolescentes con desnutrición aguda-moderada, a través de tres modalidades de intervención:
Fórmulas lácteas para el primer año de vida
Alimentación para bebés de cero a doce meses en situación de abandono, o que no puedan ser amamantados por sus madres debido a alguna condición de salud.
Una galleta terapéutica
Contamos con soluciones eficaces para niños entre tres y seis años con desnutrición moderada-aguda. Nuestras Galletas Terapéuticas no necesitan preparación, pueden almacenarse sin necesidad de refrigeración por tiempos prolongados, y han demostrado ser una solución real para lograr el aumento de peso entre ocho y doce semanas. Nuestro equipo ofrece seguimiento durante tres meses continuos o hasta determinar la recuperación nutricional.
Suplemento alimenticio en polvo y barras nutricionales
Desarrollados para prevenir la desnutrición en niños y adolescentes de 1 a 18 años, brindándoles 1/3 de la ingesta diaria recomendada. Estos suplementos demuestran resultados eficientes a los 5 meses de su uso. AFL brinda seguimiento y monitoreo a los avances nutricionales de los beneficiarios.
Siempre encontramos el camino
Hace un par de semanas, la escritora del New York Times, Elda Cantú, nos recordaba que “en una pandemia los números son tan inevitables como las muertes. Por eso, a veces el que más interesa es el uno: esa cifra única que representa al individuo y su identidad, con rostro, nombre y apellido (…) Uno por uno, olvidar es imposible”.
La cita de Elda, nos llevó a pensar en cada uno de los 26.000 niños que en el 2018 murieron a causa de la desnutrición en Venezuela, muchos en sus primeros meses de vida, otros tras ir a la cama noche tras noche sin nada en el estómago. Desde entonces, no hay cifras oficiales, pero sabemos que actualmente, al menos dos tercios de los niños venezolanos, tienen o están en riesgo de déficit nutricional, según la asociación Cáritas Venezuela.
Y a estas desgarradoras cifras, se le suma el nuevo informe de la Food and Agriculture Organization (FAO), que advierte el impacto de la pandemia en los países de América Latina y el Caribe, el cual se verá reflejado en un incremento de la pobreza y el hambre, sobre todo en aquellos que dependen de la importación de alimentos, como es el caso de Venezuela, donde al cierre de 2019, se ubicaba como el único con el nivel más intenso en cuanto a su necesidad de ayuda alimentaria externa, según el mismo organismo de las Naciones Unidas.
Estas cifras, hacen que el uno nos importe, y nos impulse a encontrar un camino para salvar vidas, una a una. Por eso, así como logramos desarrollar un modelo pionero e innovador, que ha logrado enviar cerca de 160 millones de dólares en medicamentos a más de 20 mil personas en unos 59 países del mundo, hoy, en medio de la pandemia, estamos empecinados en darle a estos niños una oportunidad de salvarse con nuestro programa HEALING.
Te invitamos a pensar en un número de esos 26 mil, porque solo con tu ayuda haremos posible la continuidad de esos programas, incluso en medio de la incertidumbre de la pandemia. ¡Juntos podemos darles a estos niños una oportunidad de salvarse!
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AID FOR LIFE Internacional (AFL) fue fundada como la respuesta de AID FOR AIDS International a la inseguridad alimentaria y escasez de medicamentos en Latinoamérica y el Caribe. La organización empezó garantizando nutrición a infantes que no pueden o no deben ser amamantados debido a la condición de salud de sus madres, incluyendo bebés huérfanos y abandonados, así como también distribuyendo medicamentos para enfermedades crónicas. A través de su programa Healing, AID FOR LIFE ha brindado apoyo y seguimiento nutricional a más de 2,000 niños en Venezuela y distribuido 5,000 suplementos nutricionales para niños con desnutrición aguda moderada.