Un nuevo documento elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) identifica y analiza diversas áreas para la colaboración y la inversión en sectores estratégicos entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea, al tiempo que ofrece algunos diagnósticos, identifica oportunidades y propone agendas de trabajo y políticas para su expansión y profundización en el futuro, a fin de lograr una transición sostenible e inclusiva.
La publicación titulada Oportunidades para la inversión y la colaboración entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea es una contribución de la CEPAL a la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea, que se celebrará los días 17 y 18 de julio en Bruselas, Bélgica.
“La CEPAL ha elaborado este documento para contribuir a un mejor entendimiento de los espacios de oportunidad con que cuentan ambos bloques de países para dinamizar el crecimiento y el empleo, enfrentar los enormes desafíos del escenario actual y reforzar el llamado a la acción y a la cooperación internacional para superar limitaciones, aprovechar oportunidades y crear espacios de esperanza”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo del organismo regional de las Naciones Unidas, quien estará presente en Bruselas durante la reunión birregional.
La publicación insta al fortalecimiento de las relaciones entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea y analiza 14 áreas de oportunidad para la dinamización del crecimiento y la transformación de los modelos de desarrollo, las cuales podrían ser parte de las apuestas productivas de los países de la región y sus territorios en el marco de sus políticas de desarrollo productivo.
Estos sectores incluyen: la transición energética, la electromovilidad, la economía circular, la bioeconomía, el reacomodo geográfico de la producción, la industria farmacéutica y de ciencias de la vida, la industria de dispositivos médicos, la exportación de servicios modernos habilitados por las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), la fabricación avanzada, la igualdad de género y la sociedad del cuidado, la gestión sostenible del agua, el turismo sostenible, el gobierno digital y la seguridad alimentaria.
“Estas áreas de oportunidad son meramente ilustrativas y podrían agregarse otras. Todas ellas abren nuevas oportunidades, no solo para la inversión y el crecimiento, sino también para la colaboración y las alianzas estratégicas en el ámbito internacional”, subraya el documento.
La publicación destaca que, en materia comercial, actualmente la Unión Europea tiene acuerdos comerciales vigentes con 25 países de América Latina y el Caribe, cifra que se ampliaría a 29 países al concretarse la firma y entrada en vigor del acuerdo alcanzado con el MERCOSUR en 2019. Ello convierte a la Unión Europea en el socio extrarregional con la mayor red de acuerdos en la región.
Añade que ambas regiones enfrentan un escenario internacional turbulento, marcado por las tensiones entre los Estados Unidos y China, el debilitamiento del sistema multilateral de comercio y las perturbaciones en las cadenas mundiales de suministro ocasionadas por la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania.
En este contexto, la red de acuerdos comerciales existente constituye un valioso activo para ambos bloques, ya que puede reforzar sus respectivas iniciativas orientadas a alcanzar una mayor autonomía estratégica al ofrecer no solo oportunidades de exportación sino también un suministro confiable de productos esenciales.
El documento subraya que la dinamización de las inversiones entre ambos bloques y el fortalecimiento de los vínculos productivos pueden reforzar una alianza estratégica que respalde a los países de la región en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que además apoye a la Unión Europea en el fortalecimiento de su presencia internacional.
Asimismo, destaca que “en un contexto en el que todos los países en general, y en particular los países desarrollados que cuentan con ingentes recursos, profundizan los esfuerzos de política industrial, será fundamental que la región no solo apunte a escalar e implementar de manera más estratégica sus propios esfuerzos en esta materia, sino que busque vincularse con las políticas industriales de los demás países. Una forma en la que puede hacer esto es precisamente mediante la atracción de inversión y la colaboración”, señala.
Finalmente, la publicación reafirma que “será clave alinear las oportunidades de inversión y colaboración entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe con las prioridades productivas que definan los países en el marco de sus políticas industriales o de desarrollo productivo, tanto a nivel nacional como subnacional”.