Las políticas de inclusión laboral, en combinación con políticas de desarrollo productivo y protección social, son clave para reducir las desigualdades y la alta informalidad que presentan los países de América Latina y el Caribe, coincidieron autoridades, académicos y funcionarios internacionales en la inauguración de un encuentro de tres días que se celebra en la sede principal de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago, Chile.
El Tercer Seminario Regional de Desarrollo Social: Promover la inclusión laboral como una forma de superar las desigualdades y la informalidad en América Latina y el Caribe es organizado por la CEPAL en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, la Cooperación Alemana y la Fundación Ford.
La sesión inaugural contó con la participación de José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL (video); Gilbert Houngbo, Director General de la OIT (video); Fabio Bertranou, Director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América; Gundula Weitz, Jefa de la División America Latina y el Caribe del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania (virtual); Jostein Leiro, Embajador de Noruega en Chile; y Javier Ciurlizza, Director de la Fundación Ford en la Región Andina.
“Para la CEPAL, la inclusión laboral es un objetivo del desarrollo social inclusivo que busca que todos los integrantes de la fuerza laboral puedan acceder a trabajos decentes que aseguren niveles adecuados de remuneración y cobertura en protección social”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs y advirtió que “mujeres, jóvenes, personas con discapacidad, en situación de pobreza, afrodescendientes, Pueblos Indígenas y otras poblaciones que se encuentran en la intersección de los ejes estructurantes de la matriz de la desigualdad social enfrentan mayores obstáculos y barreras de inclusión laboral” en la región.
La inclusión laboral, guiada fundamentalmente por los Ministerios del Trabajo, pero altamente determinada por los procesos y políticas de desarrollo productivo, es un componente esencial de cualquier estrategia para enfrentar la desafiante situación social y laboral en la que se encuentran los países latinoamericanos y caribeños, remarcó el máximo representante de la CEPAL.
“En este sentido, no será posible crear un mejor futuro del trabajo sin crear un mejor futuro de la producción, y viceversa. Son dos caras de la misma moneda”, apuntó José Manuel Salazar-Xirinachs.
Durante su intervención, Gilbert Houngbo, Director General de la OIT, aseguró que “a menos que se tomen acciones concretas y coordinadas en múltiples niveles ahora, las desigualdades en el mundo laboral solo empeorarán”.
“Necesitamos políticas de mediano y largo plazo que promuevan la diversificación económica, la mejora de la educación formal, el desarrollo de habilidades, la correspondencia entre la oferta y demanda de empleo y la anticipación para mejorar la empleabilidad y la productividad de los trabajadores. Además, las medidas de protección social sostenibles y las instituciones laborales sólidas son cruciales para crear un campo de juego seguro y justo”, dijo Houngbo, quien reafirmó el compromiso de la OIT de trabajar colaborativamente con la CEPAL en estos ámbitos.
Fabio Bertranou subrayó, por su parte, que “América Latina y el Caribe enfrenta nuevamente una coyuntura particular y difícil en materia de políticas de trabajo decente, que requiere de un entorno productivo que impulse la productividad y las oportunidades para el desarrollo sostenible”. El futuro de la producción y del trabajo son dos caras de la misma moneda, por lo que se debe trabajar integradamente, coincidió.
Gundula Weitz, del BMZ de Alemania, saludó la larga trayectoria de cooperación de Alemania con la CEPAL y los países de América Latina y el Caribe, y resaltó la realización del seminario regional como plataforma de intercambio de experiencias. En este sentido, lamentó que el proceso de recuperación económica de América Latina y el Caribe esté marcado por la generación de ocupaciones informales, en una región con más de 40% de informalidad laboral, dijo.
El Embajador Jostein Leiro también resaltó la cooperación de largo plazo que Noruega lleva a cabo con la CEPAL y los países de América Latina y el Caribe, y aseveró que “el trabajo decente para mujeres y hombres es clave para el desarrollo social y económico, y representa la puerta principal para la igualdad, la integración social y el fin de la pobreza”.
Finalmente, Javier Ciurlizza, de la Fundación Ford, afirmó que “en América Latina y el Caribe ha habido muchas promesas incumplidas. La de la inclusión laboral es sin duda una de ellas. Pero resulta evidente que el agregado de estas promesas incumplidas erosiona la credibilidad de los modelos, erosiona la credibilidad de los sistemas e incluso erosiona el sistema de creencias”.
Tras la sesión inaugural hubo un panel de alto nivel con intervenciones de Jeannette Jara, Ministra del Trabajo y Previsión Social de Chile; Doris Zapata, Ministra del Trabajo y Desarrollo Laboral de Panamá; Colin E. Jordan, Ministro del Trabajo, Seguridad social y Tercer Sector de Barbados (virtual); Raquel Kelly Olmos, Ministra del Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina; Norman Dunn, Ministro del Trabajo y Seguridad Social de Jamaica; Pablo Mieres, Ministro del Trabajo y Seguridad Social de Uruguay (virtual); Quiahuitl Chávez, Subsecretaria de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social de México (STPS);y Francisco Macena da Silva, Secretario Ejecutivo del Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil (virtual), que incluyó una presentación de Alberto Arenas de Mesa, Director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL.
La pandemia desencadenó la mayor crisis que han experimentado los mercados laborales de América Latina y el Caribe desde 1950, subrayó la CEPAL. En 2020, durante la pandemia, la creación de empleo cayó 8,2%, siendo la única caída registrada en los últimos 70 años. Entre 2014 y 2023, la tasa de crecimiento del número de ocupados será de 1,26%, en comparación con un 3,2% en la década perdida de 1980.
Entre 2002-2014, el mercado laboral fue clave para reducir la pobreza y la desigualdad, entre otros factores, debido a procesos de formalización, indica la comisión regional de las Naciones Unidas. A partir de 2015, esta tendencia cambió y se deterioró sustantivamente con la pandemia, donde se evidencia una profundización de las desigualdades.
De acuerdo con datos de la CEPAL, en 2022, 81,7 millones de personas entre 15 y 59 años (28%), de 9 países de la región, se encontraban fuera del mercado laboral. De ese total, 57,1 millones eran mujeres (70%).
En el marco del encuentro se lanzó, además, el libro Desigualdades, inclusión laboral y futuro del trabajo en América Latina, elaborado por la CEPAL en el marco de un convenio con la Fundación Ford, que se enfoca en los desafíos de la inclusión laboral en el contexto del futuro del trabajo de mujeres, jóvenes, afrodescendientes y Pueblos Indígenas.
El documento propone una estrategia integral con enfoque territorial para abordar el desafío de inclusión laboral, que articule esfuerzos macroeconómicos, de desarrollo productivo, políticas laborales, de mercado laboral y políticas de protección social contributivas y no contributivas.
Durante el evento de tres días se abordarán temas como la informalidad laboral, el trabajo infantil, la inclusión laboral de la juventud, el presente y futuro del trabajo, el desarrollo de habilidades para la inclusión laboral y la articulación entre políticas laborales y de protección social, entre otros