Diversas patologías pueden afectar la fertilidad de la mujer, entre ellas: factores hormonales, anatómicos, obstructivos, inmunológicos, infecciosos, masculinos. Sin embargo, la más frecuente es el síndrome de ovario poliquístico, que afecta a 1 de cada 10 mujeres.
El doctor Daniel Márquez, especialista en Medicina Materno-Fetal y coordinador de la Unidad de Perinatología del Grupo Médico santa Paula (GMSP) explica que esta patología es más frecuente en pacientes entre 15 y 35 años.
Señala que no es una patología quirúrgica, sino de tratamiento médico. Requiere una buena ecografía, laboratorio y un especialista adecuado, en ocasiones, con apoyo endocrinológico.
“El síndrome de ovario poliquístico(SOP) se define como un conjunto de signos y síntomas que involucran 3 elementos o criterios fundamentales: la presencia de anovulación (ausencia de ovulación), elevación de hormonas androgénicas (masculinas) y la presencia de folículos inmaduros a nivel de ambos ovarios, que es por lo que se le atribuye el nombre de ovario poliquístico.”
Problema de salud pública
En algunos países, el síndrome de ovario poliquístico es un problema de salud pública que afecta a las mujeres en edad reproductiva. De allí la importancia de su diagnóstico y tratamiento.
De acuerdo a los criterios establecidos en Rotterdam (2012), para el diagnóstico, deben existir al menos 2 de los 3 criterios: ausencia de ovulación, elevación de hormonas androgénicas y folículos ováricos inmaduros; lo que implica, que el análisis va de la mano de la identificación de elementos hormonales, metabólicos y, finalmente, de los hallazgos al ultrasonido pélvico, estudios y equipos con los que cuenta el GMSP.
Detalla el doctor Márquez que, la paciente con ovarios poliquístico puede cursar con ciclos menstruales. Sin embargo, “cerca del 90 % de las pacientes lo hace con intervalos mayores de 35 días, entre el inicio de una menstruación y la siguiente, lo que implica menos de 9 ciclos menstruales al año. Desde el punto de vista ecosonográfico se define por la presencia de 12 o más pequeños folículos, generalmente menores de 10 milímetros, en cada uno de los ovarios, a pesar de que existen otros consensos que establecen un número mayor de estas estructuras foliculares”.
“Técnicamente, el diagnóstico es factible de realizar en una consulta ginecológica completa, en la cual la evaluación al paciente es importante para el diagnóstico, y es lo que hacemos en el GMSP con el ultrasonido pélvico y estudios de laboratorio”.
Las consecuencias de no tratarlo son diversas, además de infertilidad, el SOP puede asociarse a diabetes, hipertensión, hiperlipidemia y síndrome metabólico.
Signos de alerta
El Síndrome de ovario poliquístico es una de las causas de mayor frecuencia de consulta en parejas con problemas de concepción o infertilidad y, aunque no son parte del diagnóstico, el doctor Márquez explica que pueden darse algunos hallazgos frecuentes en las pacientes: obesidad o sobrepeso, presente en más del 60% de los casos; elevación de la hormona luteinizante o LH (encargada de facilitar la ovulación); resistencia a la insulina; intolerancia a la glucosa; diabetes tipo 2; síndrome metabólico con elevación de colesterol y triglicéridos; hipertensión y algunas alteraciones que por estos cambios hormonales, pueden afectar la capa más interna del útero (endometrio) produciendo un fenómeno llamado hiperplasia endometrial.
“Los cambios en el estilo de vida son probablemente la herramienta más importante, van de la mano de la pérdida de peso. La mayoría de los estudios estiman que con la pérdida de un 5 a 10 % del peso corporal se genera un impacto positivo sobre los ciclos anovulatorios y, por lo tanto, el escenario favorable para la fertilidad mejora en más del 50% de los casos”.
El experto señala que algunas de estas pacientes, a pesar de que trabajen en la pérdida de peso, incrementan el ejercicio y la actividad física, por lo que necesitan tratamiento médico para reducir los niveles de insulina, mejorar el escenario de la ovulación y en algunos casos, reducir los niveles elevados de hormonas androgénicas.
“Algunas pacientes pueden requerir tratamientos específicos de fertilidad para contribuir a una ovulación más efectiva, una vez que se han mejorado los demás parámetros.”
Finalmente, señala el doctor Márquez que es el SOP es una condición que tiene tratamiento. Si bien requiere algo de esfuerzo en la modificación de los hábitos de vida, puede ser tratada, y la paciente puede retomar su condición ovulatoria y su fertilidad, “por supuesto, con asistencia médica especializada que oriente y apoye la concepción de un embarazo, ya que en la mayoría de los casos, es la primera causa de consulta en este tipo de condiciones metabólicas. En el GMSP contamos con personal médico y paramédico altamente calificado para diagnosticar, tratar, orientar y apoyar a estas pacientes en recuperar su fertilidad. Nuestras consultas de ginecología cuentan con el equipamiento necesario, ultrasonido pélvico de alta resolución y laboratorio especializado.”