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Es vital establecer sistemas de alerta ante las olas de calor

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En el marco de la conferencia inaugural del X Congreso de Pacientes con Enfermedades Cardiovasculares, a cargo del Dr. Ricardo García, catedrático de física de la atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y adscrito al Instituto de Geociencias (IGEO), quien ha participado en representación de la Plataforma Temática Interdisciplinar para el clima y los servicios climáticos (PTI+ Clima) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se han abordado los efectos del cambio climático. El experto ha destacado que España está especialmente afectada y que “la trayectoria en los próximos 30 años no va a cambiar independientemente del camino que sigamos, el sistema climático no se estabilizará hasta al menos finales de siglo, por lo que ya no hay marcha atrás”. Por ello, es vital establecer sistemas de alerta en los países ya que las olas de calor van a ser cada vez más frecuentes y contactar con la gente mayor cuando hay una ola de calor, podría reducir la mortalidad cardiovascular. “Va aumentar la vulnerabilidad de las sociedades porque a media que envejece la población, más riesgo cardiovascular y más enfermedades crónicas”, ha subrayado el científico quien ha definido el problema del cambio climático no como una crisis, sino como una enfermedad crónica que no va a desaparecer en los próximos años.

El X Congreso de Pacientes con Enfermedades Cardiovasculares tiene el objetivo de actualizar y empoderar a las entidades de pacientes cardiovasculares en el desarrollo de su labor de representación ante los demás agentes sanitarios, así como de informar a los pacientes y familias sobre temas de interés en relación con estas enfermedades, que son la principal causa de muerte en el mundo y también en nuestro país, donde el 2022 fueron las responsables del 26,1% (121.341) del total de defunciones anuales (464.417)[1].

Organizado por Cardioalianza, -entidad que representa a 48 organizaciones de pacientes cardiovasculares de nuestro país- el Congreso ha reunido a más de 20 ponentes, entre los que se encuentran representantes de organizaciones de pacientes, pacientes y familiares, profesionales sanitarios y representantes de la administración pública.

El acto inaugural ha contado con la participación de Tomás Fajardo, presidente Cardioalianza, quien ha destacado el trabajo realizado por la entidad de pacientes estos diez años. “En 2014, hace diez años, tuve el placer de participar e impulsar el nacimiento de Cardioalianza, una plataforma que nació de manera libre, independiente y comprometida para aglutinar el movimiento asociativo de personas con enfermedad cardiovascular y poder defender nuestros derechos. Diez años después, somos 48 asociaciones de pacientes estales, regionales y locales, las que trabajamos de forma incansable, muchas veces con pocos recursos, pero con la responsabilidad de lo que implica responder a las necesidades que nos manifiestan los pacientes y sus familias, cuidadores en muchos casos. Por eso, hoy quiero dirigirme a todas las asociaciones y felicitarlas, felicitarnos y animarlas a que no desfallezcan. Juntos somos más fuertes”. 

El Dr. Valentín Fuster, director del CNIC y socio de honor de Cardioalianza, no ha podido estar de forma presencial en el encuentro, pero ha dejado un mensaje en el que ha destacado que, “escuchar a las asociaciones en la investigación médica científica es crucial para mejorar la calidad del a investigación y para asegurar la relevancia y la aplicabilidad de los resultados”.

La Dra. Almudena Quintana, directora general asistencial del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), ha subrayado que, “las tasas de mortalidad cardiovascular en la Comunidad de Madrid se han reducido a la mitad en los últimos veinte años, pero, aun así, sigue siendo una de las principales causas de muerte tanto en hombres como en mujeres” y ha destacado como una de las principales problemáticas actuales el aumento de los factores de riesgo cardiovasculares entre la población infantil, debido al cambio en los estilos de vida actuales que han hecho aumentar los porcentajes de sobrepeso y obesidad y, por consiguiente, el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

Medidas para mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad cardiovascular

Pedro Gullón, director general de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad, quien ha presidido la inauguración, ha destacado los retos que tenemos en la salud cardiovascular. El primero, enfocado en la promoción y prevención de la salud, sería lograr que menos gente acabe teniendo enfermedad cardiovascular. Para ello, como ha destacado el Sr. Gullón, “tenemos que actuar sobre los determinantes sociales de la enfermedad cardiovascular, es decir, en las circunstancias de vida en que se desarrollan las personas, que crean desigualdades en la enfermedad cardiovascular (factores socioeconómicos, de género, etc.). En este sentido, una de las actuaciones que vamos a llevar a cabo es una ley para la evaluación del impacto en salud para que todo los Ministerios, cuando hagan una ley, tengan que hacer una memoria sobre el impacto que tendrá en salud estas nuevas medidas, para así garantizar que estamos legislando en salud en todas las políticas, también cardiovascular”.

El segundo reto y quizá el más importante, ha añadido Gullón, es que las personas con enfermedad cardiovascular ya establecida tengan la mayor calidad de vida posible. “Ya no tenemos tantos eventos cardiovasculares fatales como antes, pero tenemos mucha más gente superviviente que requiere de soluciones mucho más sociales y de una buena coordinación socio asistencial que garantice la rehabilitación”. Y aquí es donde Cardioalianza y las asociaciones de pacientes tienen un rol más importante porque, tal y como ha mencionado Gullón, “el sistema sanitario a veces es un poquito ciego y tiene sus propios sesgos y lo bonito de vivir en un país democrático es que tenemos que dar poder a todas las personas involucradas en el proceso para que nos ayuden a visibilizar las necesidades de las personas con enfermedad cardiovascular”.

Por su parte, en la mesa de debate sobre políticas sanitaria en la que han participado tanto pacientes como representantes de las Consejerías de Sanidad, se ha destacado que la salud cardiovascular empieza por la educación, especialmente en edad infantil y se ha hablado también de las bondades de la nueva ley antitabaco y el gran impacto que ha tenido sobre la salud cardiovascular de la población. Se ha resaltado la importancia de desarrollar programas de rehabilitación cardíaca en los centros de atención primaria y en las asociaciones de pacientes, y de trabajar para garantizar la equidad de género y por razones sociales, para garantizar un óptimo acceso a la atención sanitaria.

El Dr. Luís Guerra, doctor en enfermería del Centro de salud Arroyo de la media legua de Madrid, ha hablado de los cuatro principales factores de las enfermedades metabólicas conectados con la enfermedad cardiovascular: la resistencia a la insulina, la inflamación crónica, la alteración de las grasas y la hipertensión. Ha explicado que las conductas principales que facilitan las enfermedades metabólicas y cardiovasculares son el sedentarismo, una dieta poco saludable, el tabaquismo y el estrés. Y ha destacado el problema de la obesidad, un problema que crece, que no tiene freno y que es de difícil solución.  El Dr. Guerra ha comentado que “los objetivos de tratamiento de las enfermedades metabólicas son: conseguir el peso adecuado, conseguir un control del azúcar en sangre, de modo que la glucemia oscile entre 100-180  (HbA1 <7%) con tolerancia para los añosos, reducir el colesterol LDL y los triglicéridos, aumentar el colesterol HDL y mantener la presión arterial por debajo de 140/80”, y ha concluido que el tratamiento de las enfermedades metabólicas tiene tres patas: dieta, ejercicio y fármacos; y que todas ellas son indispensables para su tratamiento.

Durante el Congreso se han abordado también otros temas de gran relevancia para los pacientes: el impacto de la enfermedad cardiovascular en la salud mental, la importancia de integrar hábitos saludables, las miocardiopatías, la aterosclerosis y las necesidades sanitarias y sociales de jóvenes con enfermedad cardiovascular.