Francisco D’Agostino
La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida permite que los bebés puedan obtener todos los nutrientes que requieren. Posteriormente, se puede seguir amamantando, incluso hasta los dos años y más, pero complementando alimentación con otros nutrientes como frutas, verduras, vegetales y proteínas animales. Esto no solo fortalece el desarrollo de los infantes, sino que beneficia también a sus madres al prevenir enfermedades en ambos.
Para apoyar y promover el amamantamiento de los bebés, los primeros días de agosto de cada año se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, cuyo lema para el 2023 es “Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!”, impulsada por la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA).
La pediatra neonatóloga y consultora internacional de Lactancia Materna, doctora Eunice Lample (@eunicelample), quien apoya al Grupo Médico Santa Paula (GMSP), afirmó que este año con esta conmemoración se busca que se cumplan las leyes que impulsan la lactancia materna, las cuales tienen el objetivo de facilitar, mediante permisos laborales de descanso, el entorno de las madres para que puedan lactar con mayor tranquilidad, y el de los padres, para que cuiden a su bebé.
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Expresó que para que los permisos se cumplan y las madres tengan una lactancia exitosa, es importante que ellas reciban apoyo de parte de las políticas públicas, los establecimientos de salud, la familia, el entorno social, y los medios de comunicación.
Asimismo, para que el proceso de lactancia se realice de forma adecuada, las madres deben buscar información y apoyo para lograr un proceso de lactancia exitoso, afirmó la doctora Lample.
La leche de la madre “es el alimento por excelencia de los niños, porque es el que les proporciona absolutamente todos los nutrientes que necesitan en sus primeros dos años de vida, y en cada una de las etapas de su desarrollo”, explicó.
Señaló que la leche materna contiene anticuerpos especiales que protegen a los niños de infecciones respiratorias y de oído, gripe, asma, alergias e intolerancias y la obesidad, que en los niños es uno de los grandes estigmas actuales. Además, es de fácil digestión, evita el estreñimiento y la diarrea, contribuye con el desarrollo de la inteligencia, y de una dentadura sana y fuerte.
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Asimismo, la lactancia materna ayuda a prevenir enfermedades como diabetes; afecciones cardiovasculares; el síndrome metabólico del adulto, por lo que ofrece protección contra patologías que los niños pudiesen padecer en la adultez; entre otras, según la doctora.
Amamantar también es beneficioso para la salud de las madres, ya que previene el cáncer de mama y de ovario, ayuda a disminuir el sangrado postparto y a recuperar el peso, retarda la aparición de la menstruación y un nuevo embarazo, y aumenta su autoestima al permitir que sean directamente responsables de la salud de sus bebés, informó.
Calidad y seguridad
Refirió que “la leche materna es calidad de vida y seguridad alimentaria”, y debe ser el alimento exclusivo de los niños en sus primeros seis meses de vida. Añadió que después de los dos años, los infantes consumen lo que se prepara en su casa, pero pueden mantener la lactancia siempre que ellos y las madres quieran.
En el caso de las madres, estas no necesitan una dieta especial para amamantar, pero sí tiene que ser balanceada e incluir todos los componentes nutricionales. Al igual que en la fase del embarazo, se aconseja no comer alimentos enlatados ni crudos, no beber refrescos ni alcohol, no tomar café en exceso, y disminuir el consumo de lácteos porque estos pueden generar intolerancia en los bebés, “que se produce es únicamente por la leche de vaca que la madre consume, ya que los niños no pueden ser alérgicos a la leche materna”.
Resaltó que la leche materna siempre es de buena calidad, pero en el caso de las madres con algún grado de desnutrición, puede ocurrir que falten oligoelementos y grasa, por eso es importante supervisar y fortalecer la alimentación de ellas, pero no se recomienda sustituir la lactancia natural porque aporta una proteína de alto valor biológico, biodisponible para los bebés.
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Aclaró que existen casos extremos en los que un bebé no puede recibir lactancia materna, como aquellos en los que su mamá está gravemente enferma, no produce leche por un tumor hipofisario, se sometió a una mastectomía o falleció.
Si la madre está grave de salud, el bebé debe tener un alimento sustituto, pero luego de que la mamá supere el cuadro agudo de enfermedad, se puede reiniciar la lactancia.
En una mamá que se encuentre sana, lo ideal es que amamante a su bebé, y si se encuentra en un estado desfavorable de salud, debe tratarse para poder alimentarlo con leche materna si es posible, puesto que, a diferencia de la lactancia, las fórmulas no ofrecen inmunidad.
Para ser atendido en el GMSP y obtener mayor información se puede comunicar a través de WhatsApp por el número al (0414) (0412) (0424) CLINICA (2546422), así como a través de la web www.grupomedicosp.com/ donde se puede reservar una cita, o seguirlos como @grupomedicosp en las redes sociales Instagram, Facebook y Twitter.
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