Por Luis Felipe Baca Arbulu
Las sequías, inundaciones y tormentas provocadas por el cambio climático han empeorado en los últimos 30 años, incrementando los daños al sector agrícola de muchos países en desarrollo, y el riesgo de una creciente inseguridad alimentaria.
Los efectos de los desastres relacionados con el clima en los países en desarrollo, tienen un 25% del impacto económico negativo, particularmente en la agricultura, la inseguridad alimentaria, la pesca y la silvicultura. Solo en el caso de las sequías, más del 80 por ciento de los daños y las pérdidas afectaron al sector agrícola, especialmente la ganadería y los cultivos.
Ante el aumento de la intensidad e imprevisibles impactos del cambio climático, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, instaló las Mesas Comunitarias para la Gestión del Riesgo de Desastres Agroclimáticos (GRDA).
Las Mesas Comunitarias Agroclimáticas (MCA) están conformadas por familias habitantes de comunidades rurales, personal técnico de entes públicos y privados que desarrollan actividades en el ámbito agrícola y organizaciones que hacen vida en la comunidad, quienes serán protagonistas en la gestión del Riesgo Agroclimático.
Estas MCA tienen como objetivo, entre otras cosas, desarrollar medidas preventivas para mitigar los efectos del cambio climático y buscan la protección de los medios de vida de la población de comunidades agrícolas.
Las mesas forman parte de las actividades del proyecto: Incremento de la producción agropecuaria y la soberanía y seguridad alimentaria y nutricional con enfoque de resiliencia en comunidades rurales vulnerables de la República Bolivariana de Venezuela, ejecutado por FAO con recursos financieros de la Unión Europea.
La instalación y funcionamiento de las MCA ocurre de forma simultánea en los estados: Mérida (municipio Tovar), Portuguesa (municipio Esteller) y Trujillo (municipio Carache) y se constituyen en una prueba piloto que podría escalar a otros estados y municipios del país.
Las familias participantes contarán con el respaldo de FAO, la Fundación Ecología Fuerza Integradora en lo Psicosocial (EFIP), e instituciones locales que promueven el desarrollo de alertas temprana.
Las actividades de las Mesas Comunitarias Agroclimáticas se orientan a:
-Capacitar a sus integrantes y a miembros de la comunidad en la gestión de riesgos agroclimáticos.
-Recopilar información climática y productiva, organizarla e interpretarla para generar acciones que eviten o mitiguen el efecto del cambio climático.
–Desarrollar Sistemas de Alerta Temprana (SAT) a nivel local, para informar a tiempo a los productores que activan protocolos de actuación y tomen acciones de adaptación y mitigación.
-Promover la agroecología y la transformación del sistema agroalimentario para proteger el ambiente y mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de las familias.
Las Mesas Comunitarias Agroclimáticas son la clave para que las familias agricultoras, tengan una preparación sobre Gestión de Riesgos de Desastres Agroclimáticos y puedan evitar daños y pérdidas de sus cosechas y ganadería, garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola y proteger la vida y los medios de vida.
Con la instalación de estas MCA, Venezuela avanza hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios, para hacerlos más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, y de esta manera conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.
Por Luis Felipe Baca Arbulu