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Fare Cinema estará dedicado a la “cultura italiana

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El III Concurso de Cortometrajes “Fare Cinema-El Inmigrante Italiano”, cada vez más apreciado por productores y realizadores audiovisuales, abrirá su convocatoria el próximo 9 de marzo para valorar y reconocer las mejores producciones dedicadas a «La cultura italiana en la realidad venezolana: arte, cocina y ciencia |  La cultura italiana nella realtà venezuelana: arte, cucina e scienza”. 

El certamen del Ministerio italiano de Relaciones Exteriores y de Cooperación Internacional, creado para recompensar la industria del cine en el mundo, es organizado por la Embajada de Italia en Venezuela, el Consulado General de Italia en Caracas, el Consulado de Italia en Maracaibo, el Instituto Italiano de Cultura de Caracas, el Comité de los Italianos residentes en el Exterior COM.IT.ES, la Italian Trade Agency (ITA), la Cámara de Comercio Venezolano-Italiana (CAVENIT), la Società Dante Alighieri de Maracay y el Trasnocho Cultural.

“Fare Cinema” se enfoca en realzar uno de los movimientos migratorios más destacados en el mundo y que más ha influido en la cultura venezolana, particularmente desde el siglo XX. Es sabido que la emigración tiene un rol crucial en la historia de Italia, bien fuera por desplazamientos momentáneos o definitivos, estas oleadas humanas han estado caracterizadas por historias que han dejado profundas huellas y superan “el simple movimiento de la población”.

Para el embajador de Italia en Caracas, Placido Vigo, que la tercera edición del concurso esté dedicada a «La cultura italiana en la realidad venezolana: arte, cocina y ciencia |  La cultura italiana nella realtà venezuelana: arte, cucina e scienza”, “es una estupenda forma de acercarse al complejo fenómeno social protagonizado por sus compatriotas asentados en Venezuela, quienes no solo eran comerciantes, emprendedores, especialistas en oficios o que prestaban servicios, sino que muchos de ellos eran artesanos, creadores con extrema sensibilidad o con un amplio bagaje científico y cultural que les permitió hacer una simbiosis con el país que los acogió, mejorando sus propias condiciones de vida y contribuyendo con el desarrollo del país”.

Una parte de la historia de los inmigrantes italianos en la “tierra de Gracia” está compuesta por los aportes de un sin número de figuras conocidas -y de otras anónimas- que se destacaron como creadores de diferentes expresiones artísticas, artesanos, intelectuales, académicos, científicos y amantes de los frutos de la Tierra que ayudaron a construir lo que hoy es Venezuela.

Cómo participar

La convocatoria de la tercera edición de “Fare Cinema-El Inmigrante Italiano” estará abierta desde el 9 de marzo hasta el martes 10 de mayo de 2022. Pueden participar profesionales del área audiovisual, creativos, productores, directores, guionistas, cineastas y estudiantes de cine, así como cualquier persona interesada en la actividad audiovisual como medio de expresión artística.

De acuerdo con las bases del concurso de este año, los cortometrajes de los géneros documental o ficción deben tener entre seis y ocho minutos de duración. La pieza audiovisual a concursar debe publicarse en la plataforma YouTube, en modalidad oculta y en formato HD (1920 x 1080 px). Los cortos que no cumplan con este requisito, serán descalificados.

El postulante debe completar el formulario del concurso, que se encuentra disponible en los portales web de los entes organizadores: www.ambcaracas.esteri.itwww.cavenit.com o www.trasnochocultural.com, donde debe incluir el enlace de Youtube (en modo oculto) del cortometraje que se desea postular y aceptar las condiciones generales, así como las bases del concurso. No se aceptarán postulaciones en físico mediante dispositivos de almacenamiento (pendrives, discos duros externos, discos compactos, etcétera).

Entre las modificaciones de las bases para esta ocasión, resalta que los ganadores de ediciones anteriores deben esperar un lapso de dos años para volver a participar. Esta regla tendrá vigencia desde el cuadro ganador de la primera edición.

El tema: arte, cocina y ciencia

Desde los primeros años de la República de Venezuela, hay historias legendarias de europeos que  vinieron a trabajar la tierra atraídos por proyectos de colonización agrícola en diferentes partes del territorio nacional, promovidos por el Gobierno venezolano en el siglo XIX. Aunque la mayoría de estos proyectos no fueron exitosos, hoy todavía hay compañías  y marcas vinculadas al café y al cacao que tienen su origen en empresas lideradas por italianos tanto al occidente como en el oriente del país, que con su ingenio han conquistado paladares en diferentes partes del mundo.

Asimismo, en distintos periodos históricos, llegaron al territorio nacional técnicos agrícolas especializados que ayudaron a revitalizar los campos y las comunidades rurales.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el desbordamiento poblacional europeo encontró en Venezuela un país que abrió sus puertas ampliamente. Durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, los proyectos de desarrollo en la industria, la vialidad, la vivienda y el urbanismo, permitieron que la mano de obra inmigrante encontrará oportunidades de empleo, en el que arquitectos, topógrafos, proyectistas, artistas, pintores y escultores italianos tuvieron cabida para expresarse y contribuir con el país.

Buena parte del paisaje urbano de Caracas edificado a mitad del siglo pasado estuvo a cargo de italianos que diseñaron y construyeron los principales y más importantes edificios y obras públicas no solo en la capital sino en diferentes estados. Los inmigrantes de la península italiana jugaron un papel esencial en la transformación de pueblos y ciudades de Venezuela, mediante las diferentes actividades económicas, insertaron propuestas de nuevos productos y formas de hacer las cosas que paulatinamente fueron adoptadas por los venezolanos, desde productos importados hasta mudar mercados para concentrar el comercio, establecer nuevas redes comerciales y de transporte.

En la década de 1950, las cifras muestran que los de la tierra de Dante, Leonardo y Miguel Ángel representaban la mayor comunidad inmigrante en Venezuela, quienes trajeron consigo sus patrones alimenticios, con la pasta como plato protagónico. Aunque en el país las primeras fábricas de pastas italianas datan de finales del siglo XIX, en Caracas y en los Andes; la popularización de este plato en la dieta de los venezolanos llegó para quedarse con la gran oleada migratoria de Italia de mediados del siglo pasado, llegando a ser Venezuela, no hace mucho, luego de Italia, el mayor consumidor en el mundo de este específico alimento.

La pasta, con sus salsas, y otros acompañantes como las variedades de postres del país europeo, se instalaron en las mesas y ocuparon los menús de restaurantes y cafés en toda Venezuela. También prosperaron las pastelerías, reposterías y confiterías. Muchos de estos establecimientos dedicados a los sabores de la gastronomía italiana permanecen abiertos después de más de 60 años. Pero además, la arepa comenzó a acompañarse con embutidos como la mortadela, el salami, la salchicha, entre otros.

También cabe mencionar en materia gastronómica, que durante las primeras décadas del siglo XX hay registros de inmigrantes italianos que se dedicaron a la venta de gaseosas y jarabes elaborados por ellos mismos de forma artesanal. Igualmente, el inicio de la producción cervecera nacional contó con inversores provenientes de Italia, significando además el desarrollo de importantes obras de ingeniería asociadas a esta bebida alcohólica.

Los maestros del mármol, quienes instalaron talleres y que algunos transformaron en fábricas; los artesanos del “arte murano”; los músicos que se dedicaron a la docencia, a fundar bandas y orquestas o a componer temas inolvidables; la “Voce” del periodismo; las marcas y la indumentaria de vestir al estilo “Made in Italy” que forman parte de la cultura popular venezolana y de su cotidianidad, tienen su origen en inmigrantes que junto a sus artes, destrezas y oficios llegaron a Venezuela para instalarse muy profundo en la idiosincrasia nacional.

En cuanto a la expansión científica, académica y universitaria de Venezuela, la inmigración italiana también contribuyó de manera esencial, potenciado por el impulso de los planes nacionales de modernización de mediados del siglo pasado, particularmente en áreas como la agricultura, la medicina, las ciencias veterinarias, las ciencias de la comunicación, entre otras. Aunque hombres como Agustín Codazzi ya habían abierto este camino, por haberle entregado su pasión y conocimiento a Venezuela cuando se dedicó durante una década a levantar un mapa y un atlas del país, participar militarmente en campañas internas, desarrollar como ingeniero algunos de los primeros proyectos de defensa concebidos en el período republicano y concebir el proyecto de colonización de la Colonia Tovar.

En fin, apuntan al infinito las historias que cuentan los aportes de la comunidad italiana en Venezuela, en áreas tan amplias como la cultura, el arte y la cocina, por citar a aquellos a los que aspira registrar el concurso “Fare Cinema”.

Para los mejores

Al igual que en las dos primeras ediciones, las obras participantes en este certamen audiovisual serán evaluadas por un jurado calificador, formado por integrantes de las instituciones que organizan el concurso y anunciarán su veredicto el 4 de junio de 2022. Los tres primeros premios se otorgarán a cortos realizados por personas naturales mayores de 18 años, de cualquier nacionalidad, con residencia legal en Venezuela de al menos dos años.

Además, se contempla entregar el premio a la categoría «Jóvenes Talentos”, para creadores de 14 a 18 años de edad, de cualquier nacionalidad residenciados en Venezuela.

El premio al Primer Lugar será otorgado por la Embajada de Italia en Caracas, al Mejor Audiovisual “El inmigrante italiano” con un premio en metálico de US$3.000. El ganador del Segundo Lugar, patrocinado por CAVENIT y el COM.IT.ES, recibirá  US$2.000. La Società Dante Alighieri de Maracay y el COM.IT.ES entregarán el premio al Tercer Lugar, dotado con US$1.000. 

La Mención Especial para “Jóvenes Talentos”, auspiciado por el Consulado General de Italia en Caracas, incluye una recompensa en metálico de US$1.000.

El jurado calificador tiene potestad para otorgar diplomas de Menciones Especiales a cinco cortometrajes. Estas obras podrían ser incluidas en las postulaciones que hace la Embajada de Italia en concursos y festivales de cine internacionales.

Finalmente, las bases del certamen aclaran que una vez que el jurado haya finalizado la deliberación para seleccionar a los ganadores de la tercera edición, le será informado el resultado a los participantes vía correo electrónico en un lapso de 48 horas.

Inscríbete aquí: https://forms.gle/9hn2pw8GXh2MaZ1X6