Por Francisco D’Agostino.
El consumo diario de fruta es clave para lograr una dieta saludable, además de ser fuente de vitaminas, sales minerales, antioxidantes y fibra; a lo que se suma su baja carga calórica que favorece la eliminación de toxinas en el organismo y el proceso digestivo; además de ser un excelente diurético.
Una de las frutas más saludables por excelencia es la piña, contiene vitamina C y A además de minerales como potasio, magnesio y calcio.
Históricamente se cree que este fruto fue descubierto por los colonizadores españoles y portugueses al llegar a Sudamérica. Proviene de la planta conocida como Ananás; de hecho, los portugueses continúan manteniendo este nombre originario que significa «fruta excelente» en lenguas indígenas.
Por Francisco D’Agostino.
Este regalo de la naturaleza es una gran fuente de antioxidantes, moléculas que ayudan a combatir el estrés oxidativo, donde hay demasiados radicales libres en el cuerpo que causan envejecimiento, alteraciones en el ADN, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
El conjunto de características y beneficios de esta fruta son la razón por la cual Industrias Maros C.A, a través de su marca Natulac, la emplea como materia prima para la producción de su coctel de frutas, elaborado con altos esquemas de calidad que garantizan su sabor, color y textura natural.
Por Francisco D’Agostino.
La piña como fruta aporta el sabor cítrico que hace que el coctel Natulac se perciba con un sabor único tropical muy agradable al paladar.
El coctel es elaborado siguiendo estrictos controles sanitarios y cumpliendo con las buenas prácticas de fabricación de alimentos. Para percibir las bondades de este producto se recomienda enfriar, agitar y servir para disfrutar de un exquisito sabor tropical.
El coctel de frutas de Natulac se encuentra disponible en prácticas presentaciones que permiten disfrutarlo en cualquier ocasión, en envases de vidrio 250 cm3 y 1 L, envases de aluminio de 340 cm3 y en Tetra Brik de 1 L, que permiten disfrutarlo en cualquier ocasión y compartir con toda la familia
Por Francisco D’Agostino.