Por Alessandro Bazzoni
ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, analiza un nuevo caso de fraude bancario. El mismo tiene como objetivo el robo de credenciales de acceso a homebanking -también conocido en algunos países como banca electrónica o banca online- que no solo son utilizadas para vaciar la cuenta bancaria con pequeñas transferencias a otras cuentas, sino también para sacar un préstamo preaprobado a nombre de la víctima y robar también el monto otorgado. La víctima se queda sin dinero, con las cuotas a pagar del préstamo y un litigio judicial con el banco para intentar demostrar que no fue el titular de la cuenta quien realizó dichas transacciones.
En el último año se reportaron 641 casos en la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia en Argentina en el último año. Según este organismo, las denuncias por estafas bancarias crecieron casi un 3.000 por ciento en 2020.
Los estafadores utilizaron distintos esquemas de engaño para el mismo objetivo: obtener las claves de acceso a la banca online. En este caso, la campaña e se lleva adelante a través de Instagram. De hecho, en octubre de 2020 advirtieron desde ESET sobre estafadores que estaban utilizando falsos perfiles en Instagram para hacerse pasar por canales de atención al cliente de bancos. Si bien no hay un perfil definido de las víctimas, el objetivo es aprovecharse de personas que utilizan las redes sociales para comunicarse con su entidad bancaria ante la dificultad de concurrir presencialmente a una sucursal o hacerlo vía telefónica.
“Escribí un mensaje privado a la cuenta de Instagram del banco. Unos minutos más tarde, me responden, también por mensaje privado, pero desde otra cuenta llamada “Atención al cliente» que también tenía el logo del banco. Desde esa cuenta me solicitaron que brinde un teléfono de contacto y que un asesor se iba a comunicar conmigo. Como no había logrado comunicarme a la mañana con el banco, dejé mi teléfono a esta cuenta y me llamaron enseguida, supuestamente, del banco. Ahí es donde yo caí.”, comentó una víctima de la estafa al equipo de investigación de ESET.
La mayoría de los usuarios de redes sociales comienzan a seguir a una institución financiera cuando necesitan enviar un mensaje privado para realizar algún reclamo o consulta. Es decir, que la acción de seguir a esta cuenta y enviarle un mensaje ocurre casi instantáneamente. Lo que ocurre en esta estafa es que la cuenta falsa que contacta a la víctima en realidad detectó que había comenzado a seguir a la cuenta oficial del banco hacía apenas unos minutos.
El ‘web scraping’ (o ‘raspado’ web), es una técnica para extraer información de sitios web de forma masiva y mediante scripts automatizados. Si se aplica la técnica de scraping a las redes sociales, se puede obtener de forma masiva todo tipo de información pública, como los likes de una publicación o incluso la lista de seguidores de una cuenta pública. Desde ESET aclaran que si bien el uso de estas técnicas va en contra de los términos y condiciones de la mayoría de las redes sociales, lo cierto es que no hay ninguna medida técnica que impida hacerlo.
Los atacantes utilizan un script de scraping para obtener la lista de seguidores de las cuentas oficiales de bancos e instituciones financieras, minutos más tarde corren nuevamente ese script y comparan ambas listas para identificar los usuarios nuevos. De forma automática un ‘bot’ desde una cuenta falsa que simula ser la entidad financiera, contacta a estos usuarios haciéndose pasar por un asesor virtual y les solicita que envíen sus datos. Dado que probablemente muchos de estos usuarios además de seguir la cuenta oficial le enviaron un mensaje privado, caen en el engaño cuando la cuenta falsa los contacta.
Al realizar algunas pruebas, desde el Laboratorio de ESET observaron cómo apenas unos minutos después de comenzar a seguir a diferentes entidades financieras en Instagram, llegó el primer contacto desde una cuenta falsa: un cálido saludo de un asesor de atención al cliente solicitando el número de teléfono establecer el contacto. No importa cuál sea el motivo de consulta, el atacante seguirá insistiendo para obtener el número de teléfono y poder continuar la estafa vía telefónica.
ESET detectó más de 15 contactos de cuentas falsas suplantando la identidad de al menos 4 instituciones financieras argentinas. Si bien varias de estas cuentas falsas no tienen seguidores o tienen escasos posteos, muchas otras poseen una gran cantidad de seguidores, los cuales probablemente hayan sido comprados u obtenidos de forma fraudulenta. Además, todas las publicaciones son copiadas -robadas- de la cuenta oficial de la entidad bancaria cuya identidad es suplantada, lo cual hace que se vea extremadamente similar a la original.
“Las cuentas operan siempre con la misma modalidad: apenas la víctima comienza a seguir la cuenta oficial, el falso asesor se comunica por mensaje privado ofreciendo una gran variedad de temas para consultar. Si la víctima responde el mensaje, el asesor le solicitará un teléfono de contacto, sea cual sea el motivo de consulta. En menos de una hora de haber enviado el número, el estafador se comunica vía telefónica y utiliza información de la víctima obtenida de su red social y otros sitios de Internet (como DNI, dirección, lugar de trabajo, etc.) para hacerle creer que se trata de un asesor del banco que le brindará ayuda. Luego, le solicita información sensible, como el usuario y la clave de acceso a la banca online, los números de las tarjetas de crédito y débito, o incluso acercarse hasta el cajero más cercano y realizar determinadas operaciones.”, aclara Cecilia Pastorino, Investigadora de ESET que analizó la estafa.
En primer lugar, desde ESET consideran una falla el hecho de que no se pueda ocultar la lista de seguidores en las cuentas públicas de redes sociales como Instagram o Twitter, para agregar opciones de privacidad a las cuentas públicas, especialmente aquellas oficiales o verificadas. Desde el punto de vista de las instituciones bancarias se puede colaborar con campañas de concientización y educación a sus clientes, con recordatorios de buenas prácticas, políticas claras de comunicación y también una buena atención a clientes. Muchas de las estafas por redes sociales son efectivas porque los propios clientes del banco no consiguen comunicarse por vías oficiales cuando tienen un problema y acuden a las redes sociales.
Por último, como clientes bancarios y usuarios de redes sociales, es sumamente importante estar alerta a este tipo de engaños. Verificar siempre que se está recibiendo un mensaje de una cuenta verificada del banco (tilde azul) y aun así no brindar datos confidenciales como claves bancarias, tokens o códigos de seguridad de la tarjeta de crédito o débito. Además, nunca ir a cajeros automáticos ni realizar operaciones que se solicitan por teléfono ni brindar datos sensibles. Ante cualquier duda, lo mejor es ingresar siempre al homebanking a través de la página oficial del banco y no a través de un enlace recibido por correo o mensaje.
En caso de haber sido víctima de este tipo de estafas o haber entregado datos sensibles se debe comunicar inmediatamente al banco o a la entidad financiera y dar aviso de lo ocurrido a fin de bloquear el acceso a la cuenta y las transacciones por parte de los cibercriminales. La mayoría de estas cuentas falsas duran apenas unos días, hasta que son reportadas y dadas de baja de la red social. Sin embargo, en ese corto período de tiempo los cibercriminales logran contactar a cientos de usuarios. Por eso, es importante denunciar las cuentas fraudulentas para que sean eliminadas lo más pronto posible.
Por Alessandro Bazzoni