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Fraudes a través de PayPal: qué deben saber los comerciantes

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Alessandro Bazzoni

Por Alessandro Bazzoni

Con un volumen de pago total de 247 mil millones de dólares y 28 millones de comerciantes registrados, PayPal sigue siendo uno de los proveedores de pagos en línea más populares entre las principales marcas y entre una variedad de pequeñas empresas y proveedores de productos y/o servicios.

A diferencia de las grandes empresas, los proveedores más pequeños, especialmente aquellos que venden artículos como una actividad secundaria, no cuentan con profesionales de la ciberseguridad a su disposición. Como resultado, los proveedores más pequeños son mucho más susceptibles a los posibles ataques y diversas formas de fraude. En este sentido, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, advierte cuáles son algunas de las amenazas más comunes y que se deben tener en cuenta al comercializar bienes o servicios:

Sobrepago: Una de las estafas más populares son las de sobrepago.

En este escenario, el delincuente, que se hace pasar por un cliente habitual, enviará un pago a través de PayPal por una suma mayor que la del precio del producto. Luego, notificarán al vendedor que cometieron un error y enviaron más dinero del que se les cobró y le pedirán al comerciante que les devuelva la diferencia. Una vez que eso haya sucedido, el estafador se pondrá en contacto con PayPal y presentará un reclamo citando varias razones, como que el producto entregado era de calidad inferior o que su cuenta se ha visto comprometida y no compraron nada. En este caso, el vendedor puede perder tanto el dinero como los bienes si el estafador es elegible para un reembolso completo.

Además, es posible que el ciberdelincuente haya utilizado una cuenta de PayPal o una tarjeta de crédito comprometida. Si el titular de la cuenta/tarjeta se da cuenta de que ha habido actividad no autorizada en sus cuentas, lo reportará y el vendedor perderá el producto que envió y el pago de este, además de incurrir en los gastos de envío.

“Los errores ocurren de vez en cuando, pero en el caso de sobrepagos, es mejor pecar de cauteloso. La mayoría de las veces, el sobrepago puede ser una clara señal de fraude, por lo que la mejor opción es cancelar la compra.”, comenta Camilo Gutierrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

¿Es – o no es – enviado?: Los estafadores suelen recurrir a distintas tácticas dentro de lo que son las estafas de entrega de paquetes, siempre con el objetivo de obtener dinero de terceros.

Por ejemplo, un estafador puede intentar convencer al vendedor de que use la cuenta para envíos del estafador porque puede obtener un descuento u ofrecer un precio mejor que utilizando uno de los servicios de entrega habituales. Sin embargo, si un vendedor está de acuerdo con eso, el delincuente puede fácilmente solicitar al servicio de envío que desvíe la entrega a otra dirección; esto les permite presentar un reclamo y afirmar que la mercancía nunca se entregó. El vendedor no tiene comprobante de entrega y eso significa que fue víctima de un triple golpe: están fuera del alcance del producto, pagaron las tarifas de envío y tienen que compensar la falta de entrega, todo esto pese a que el producto se envió.

Otra táctica común es el cambio de dirección. El estafador da intencionalmente la dirección de envío incorrecta y pacientemente monitorea el seguimiento del envío a través de Internet. Una vez que la empresa de envío agrega un comentario en el cual indica que el paquete no se pudo entregar, el estafador se comunica con el vendedor e indica su dirección “correcta”, para finalmente recibir el producto. Dado que no hay prueba de la entrega, se desarrolla el mismo escenario y el vendedor es víctima de un triple golpe.

“Para protegerse de este tipo de estafas, es mejor atenerse a su cuenta de envío y evitar transferir dinero a alguien que no conoce. También debe enviar siempre el producto a la dirección que el comprador indicó en la página “Detalles de la transacción”. Además, puede ponerse en contacto con su empresa de envío y prohibir al comprador que cambie la ruta de las entregas.”, advierte Camilo Gutierrez Amaya, de ESET Latinoamérica.

Por Alessandro Bazzoni