De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), comer menos sal podría evitar 2.5 millones de muertes al año por enfermedades no transmisibles (ENT), por lo que recomienda consumir menos de 3 a 4 gramos diarios de este mineral para mantenerse saludable.
En ocasión del Día Mundial contra la Hipertensión Arterial, que se celebró el pasado 17 de mayo, diversas organizaciones se unieron al llamado hecho por el organismo internacional de tomar medidas para reducir la cantidad de sodio en las comidas, principal factor de riesgo de esta enfermedad.
Angélica Castillo, coordinadora de Investigación y Docencia de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), recordó que una de las metas globales es bajar su ingesta en 30% como una manera de contribuir a lograr el objetivo propuesto en el Marco de Vigilancia Mundial de Salud, de disminuir en un 25% la mortalidad prematura por ENT en 2025.
La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que trae consigo muchas complicaciones, como: daños a las arterias, aneurismas, insuficiencia cardiaca, dilatación y debilitación de los vasos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares, síndrome metabólico, e incluso cáncer, además de numerosas muertes por estas causas.
¿Cómo evitarla?
Castillo señaló que hay maneras muy prácticas de reducir el consumo de sal, como, por ejemplo, sazonar los alimentos con otros tipos de condimentos más naturales, evitar aquellos procesados como los snaps, y revisar las etiquetas de los productos para saber qué cantidad de cloruro de sodio tienen antes comprarlos o consumirlos.
“Otra medida importante es quitar la sal de la mesa. Si nos acostumbramos a colocar el frasquito allí, seguramente lo vamos a tomar para agregar más a un plato o alimento elaborado que ya tenía”, indicó.
La vocera de la SAV resaltó también la importancia de tomarse la presión arterial y mantenerla controlada, para evitar la aparición de otras enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en el mundo, así como la diabetes.
“Cuando se tiene tensión arterial alta y elevados niveles de azúcar en sangre, se puede llegar a complicar con algunos tipos de cáncer como, por ejemplo, las leucemias”, advirtió.
Por ello, aconsejó también chequear el riesgo cardiometabólico mediante una medición antropométrica (peso y talla. Circunferencia de cintura en adultos y circunferencia del brazo izquierdo en niños), labor que realiza la SAV a través de jornadas especiales en comunidades y escuelas, con charlas sobre nutrición incluidas, actividades enmarcadas en el programa “La Lonchera de mi hijo”.
Angélica Castillo informó que la institución también ofrece este servicio a los pacientes en su Clínica de Prevención del Cáncer (CPC), y brinda apoyo a otras organizaciones de desarrollo social como parte de su trabajo preventivo y educativo.
En su opinión, esto es algo que la población debe atender independientemente del contexto social que se vive, para evitar eventos no deseables. “Mientras mejor sea nuestro estado de salud integral a la hora de padecer una enfermedad específica, mayor probabilidad de salir airosos de ella tendremos”, expresó.