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La diabetes puede alimentar el cáncer en mujeres

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Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo

Las personas que padecen de diabetes tipo 2, llamada también del adulto o no insulino-dependiente, que es la más común, tienen el doble de probabilidades de desarrollar cáncer de hígado o de páncreas, así como un riesgo superior al normal de tener tumores de colon, vejiga y de mama.

Así lo señaló la doctora Imperia Brajkovich, presidenta de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo (SVEM), con base a los resultados de diversos estudios que han hallado una relación entre ambas enfermedades, especialmente en el sexo femenino.

La especialista indicó que la tasa de mortalidad entre las mujeres diabéticas es también superior a las que no tienen diabetes, al contrario que en los hombres, quienes “extrañamente” tienen una incidencia menor de cáncer de próstata.

La coincidencia entre la diabetes y algunos tipos de neoplasias podría estar en la obesidad, un factor de riesgo común. “El exceso de grasa puede iniciar ese proceso de perturbación y aumentar la inflamación, que es un desencadenante conocido de las dos patologías”, señaló Brajkovich.

Explicó que “los depósitos de grasa situados alrededor de los órganos internos segregan productos químicos y envían señales que hacen que las células se vuelvan más agresivas. Esto inicia el crecimiento tumoral y, al mismo tiempo, genera resistencia a la insulina, lo que conduce a la diabetes tipo 2”.

Además, “una enfermedad puede alimentarse de la otra. Algunos estudios indican que la concentración de insulina superior a la normal, que es habitual en este tipo de diabéticos, puede provocar cáncer. Al mismo tiempo, la acumulación de azúcar en la sangre es justamente lo que necesitan algunas células cancerosas”, agregó.

Prevención y control

Debido a esto, que algunos autores proponen considerar como una nueva complicación de la diabetes, la presidenta de la SVEM recomendó prevenir el sobrepeso y la obesidad, mediante la adopción de hábitos de vida saludables.

Esto incluye evitar el consumo de alcohol, el cigarrillo y las comidas procesadas con aditivos o azúcares refinados, además de incorporar el ejercicio físico en la rutina diaria y ser evaluadas al menos una vez al año por el médico internista y ginecólogo.

Las mujeres deben igualmente ajustar el tratamiento de la diabetes y el cáncer según sus condiciones, sobre todo la quimioterapia ya que los fármacos usados para la aplicación de este método terapéutico tienen efectos secundarios y alteran el control metabólico, señaló la doctora Imperia Brajkovich.