La Agropecuaria Camaronera Astrea, fundada en 2003, tiene como meta para el 2018 lograr la construcción de 35 piscinas más e incorporarlas en el proceso productivo del camarón Litopenaeus vanamei, el segundo rubro de exportación en el Zulia después del petróleo.
“Seguimos apostando al país, ya que tenemos unas excelentes ventajas competitivas con respecto a otros países del continente que también producen camarón, un producto de alta demanda a escala internacional. Nuestro país presenta un clima ideal para la acuicultura y contamos con una experiencia en la producción de camarones en piscinas desde hace más de 20 años”, afirmó el director de la Agropecuaria Camaronera Astrea, Juan Carlos Chourio Moreno, quien destacó que la producción por hectárea del camarón en Venezuela ha sido una de las más altas en la región. “En 2004 se logró el récord de producción con unas 42.000 toneladas”, resaltó.
El director de la Agropecuaria Camaronera Astrea precisó que actualmente tiene construidas y productivas 18 piscinas para cultivar camarón de cuatro hectáreas de superficie cada una, con una producción promedio de 5 mil kilos por piscina.
“La producción la comenzamos hace dos años y nuestra meta en el próximo año 2018 es alcanzar la construcción de 35 piscinas e incorporarlas en el proceso productivo hasta llegar a 53 piscinas durante el 2018 para completar una superficie total de 280 hectáreas de espejo de agua, y al mismo tiempo ir optimizando cada día nuestros procesos, siempre en la búsqueda de un producto que cumpla los estándares de calidad exigidos en los mercados internacionales”, destacó Chourio Moreno.
Acotó que “para complementar nuestro proyecto de construcción de 35 piscinas es fundamental el financiamiento económico. Para el desarrollo del proyecto inicial contamos con un préstamo del Banco del Tesoro por 2 mil millones de bolívares”.
En total, la Agropecuaria Camaronera Astrea abarca una superficie de 450 hectáreas de terrenos propios, ubicada en el municipio zuliano Valmore Rodríguez, parroquia Rafael Urdaneta, en el sector La Curva del Indio. “En este sector rural generamos unos 60 empleos directos, el objetivo es seguir apoyando a la comunidad y proveer nuevas fuentes de trabajo. Aspiramos a generar más de 100 puestos de trabajo directos y unos 500 indirectos”, señaló el director de la camaronera.
Chourio Moreno explicó que “cada piscina es sembrada con post larvas de camarón que son adquiridas a laboratorios comerciales locales, con los cuales ya se tienen acuerdos de suministro. Utilizamos una densidad de siembra de 30 animales por metro cuadrado, con rendimientos de un 50% en la cosecha y un peso promedio de 15 a 16 gramos, teniendo como resultado durante el primer año dos cosechas anuales por piscina. El producto es enviado a las plantas de proceso para su terminado, según las exigencias del cliente y cumpliendo con las normativas sanitarias locales e internacionales”.
“Nuestra producción está dirigida a suplir principalmente a países de la Unión Europea, China y Estados Unidos, y de esta manera contribuimos con nuestro producto a la exportación de productos no tradicionales”, destacó Chourio Moreno.
Actualmente en el país, de acuerdo con cifras del Ministerio de Acuicultura y Pesca, estaban operativas, para principios de 2017, unas 10.238 hectáreas de espejo de agua para una producción de entre 22.000 y 25 mil toneladas anuales de camarones. El 70% de la producción se concentra en el Zulia, y el restante, entre Falcón, Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta.
Para finales de año se estima que Venezuela supere las 22.000 toneladas exportadas, según reportes de la Asociación de Productores de Camarón de Occidente (Asoproco) que concentra a 48 industriales del sector. El Zulia cuenta con 6.500 hectáreas en desarrollo industrial camaronero y con capacidad para duplicarlo, debido a que las aguas del Lago de Maracaibo poseen condiciones muy favorables, caracterizados por los nutrientes y la temperatura adecuada..
“Si bien el agua del Lago de Maracaibo es la ideal para cultivar camarones, se hace urgente su saneamiento, pues la calidad de agua incide en la sobrevivencia del camarón. Los mayores costos de producción actualmente lo representan los tratamientos del agua del Lago, pues la idea es hacer el hábitat idóneo para el camarón y obtener bajas tasas de mortalidad”, expresó Chourio Moreno.
El director de la Agropecuaria Camaronera Astrea también agregó que “hoy día tenemos la época de lluvia y esta produce algunos cambios que afectan la calidad de las aguas en las piscinas (desbalance de nutrientes), este cambio impacta el crecimiento del camarón, es decir, su crecimiento es más lento en este momento, por lo que aumenta la conversión alimenticia, las piscinas presentan oxígenos bajos, entre otros factores. Si bien esta situación es manejable por nuestro departamento técnico, la producción se ve afectada considerablemente”.
“Para aumentar la tasa de sobrevivencia y aumentar los niveles de productividad estamos haciendo inversiones, estamos terminando la construcción de tanques de aclimatación para post-larvas. Allí permanecerán entre 15 días y un mes para que se vayan adaptando al agua y a la temperatura de las piscinas, donde luego permanecerán entre 120 y 130 días, tiempo necesario para que los camarones alcancen su crecimiento adecuado y puedan ser cosechados”, explicó Chourio Moreno.